El tiempo que tanto
buscabas llegó,
alejando las paredes
que tanto te ahogaban,
oxigenando el veneno de
tus pulmones,
iluminando lo que no
podías ver.
Un silencio sordo se
adentra en el cuarto,
una sonrisa y un llanto
se van de él.
Luz blanca que iluminas
todo, deja de alumbrarme,
Sonrisa muda en el
fondo de la habitación.
Mis lágrimas ácidas
en el rostro,
mis palabras truncadas
por la desesperación.
Estado inoportuno de
tenerte,
déjame sufrir dolor,
completamente interte,
sentando en el barranco
dentro de mi habitación.
¿Y qué pasó?
Que por fin llegó, el
tiempo que tanto deseaste,
el alejamiento de
paredes y este exceso de aire,
ahora muda tu voz.
No pido que me
arrastres, que me subas al cielo,
tantas noches despues de imaginarte,
ahora solo quiero que me falte el corazón.
Solo echo de menos mi
falta de aire, mi espacio cerrado,
y la escasa luz del
sol.