googleec0300c30f0b2b44.html Indígena de la tierra.: marzo 2013

miércoles, 13 de marzo de 2013

Verde.

¿Qué es esta sensación? ¿Qué es lo que mi alma quiere sentir? Ha pasado mucho tiempo desde que me pare a escuchar tu voz, bella amiga. Ahora ya casi ni te entiendo, ni llego a comprender lo que me dices. Ahora cuando te necesito, cuando realmente quiero hablar contigo... te encuentras muy lejos. Te siento, Oh, siento el eco de tu grito sordo, siento tu voz de añoranza. Sé que te aparté de mi lado para no sufrir, pero ahora prefiero sentir dolor a no sentir nada. A no sentir este hastío y vacío que se ha quedado tras tu marcha por el camino del olvido.
 Anoche me paré, y alzando mi rostro deje que las gotas de lluvia lo mojaran para ver si así se limpiaban mis pensamientos o si la misma marea se los llevaba directamente. Para que me sirve ahora el pensar si no tengo la capacidad de sentir. Te lo ruego, vuelve a mi lado. Hazme sentir dolor, alegría y felicidad.
Mi árbol esta marchitado, las hojas que florecieron se han marchado cayendo al vacío que se encuentra debajo de mis raíces. Tú, luz, ¿Porqué te has apagado? ¿Porqué no vuelves a iluminar mi tronco roto y mis ramas secas?  Ayúdame a volver a tener flores por que sin ti no puedo. No diré, ni llegare a mentir diciendo,  que te fuiste por voluntad propia, sé que fui yo quien te obligo a marchar. Antiguamente en estos lugares había mucha vida, tu se lo dabas a todo, pero después de que te fueras, me fui quedando solo... hasta el suelo se fragmento en mil pedazos y solo un trozo  se quedo a mi lado, aunque pienso que solo se mantiene a mi lado por que yo con mis raíces y mi ignorancia lo agarro con todas mis fuerzas.

¿Qué pasará si un día no encuentro las fuerzas para seguir sujetando esta piedra?

viernes, 1 de marzo de 2013

Las lágrimas de Sophie

Eran las ocho de la mañana cuando sonó el despertador. Sophie se despertó como siempre, sin pensar, sin haber soñado nada. Se estiro y estuvo pensando en la ropa que iba a ponerse aquel día. Cuando se dio cuenta ya habían pasado los veinte minutos que debía gastar en ello y se fue al baño. A las nueves en punto sonó un timbre, marcaba el fin de la hora del aseo. Preparó su desayuno en quince minutos y en otros veinte, mientras miraba el canal "globe", desayuno. De diez a doce del mediodía trabajó en su puesto, que se basaba simplemente en recoger los residuos que dejaban a su paso las maquinas que recogían la basura por la noche. Levantó la mirada, y observando con atención creyó ver, entre el humo y la contaminación que había en ese momento, el edificio que pertenecía a la cadena televisiva Globe. Se decía que estaban subvencionados por el gobierno y que por eso tenían el edificio mas grande de todo la ciudad. Pero eso para Sophie no tenía mucha importancia. Terminó de trabajar y hundiendo un botón que tenía en su traje pudo minimizar a un tamaño insignificante las herramientas que utilizaba para limpiar las calles. De camino a casa decidió dar un paseo por el parque, pero al acercarse vio que no había arboles. Se acercó y le pregunto al guarda mecánico que donde estaban y este, con mucha amabilidad, le dijo que los hologramas de la primavera se habían roto y que al día siguiente estarían a la perfección  Ella se puso triste, pero inmediatamente saco de su bolsillo un pequeño televisor y se quedo mirándolo de vuelta a casa.

Cuando llegó a su piso fue hacia los buzones y conectando el móvil se descargó el correo que le habían enviado aquella mañana. Entró en el ascensor y se dio cuenta de que no estaba sola, entonces, con toda la amabilidad del mundo saco el móvil y saludo a su vecino por un chat. Su vecino le respondió con una cara sonriente y una pregunta acerca de si había visto el partido de la noche pasada. Cuando llegó el momento de bajarse del ascensor le envió un corazón y un beso, después guardo de nuevo el móvil en el bolsillo. Cuando llego a su casa encendió el ordenador madre que organizaba todas las tareas de casa, conectó su móvil y se dispuso, antes de hacer la comida, a leer el correo. Por desgracia para Sophie aquella mañana no había buenas noticias en su correo. Su padre y su madre habían muerto en un accidente de coche. << Tendré que comprarme un vestido negro para el entierro>> Pensó. Al instante, se puso a prepararse la comida, como era martes le tocaría comer ensalada. Después de comer decidió que sería una buena hora para ir de compras. Así que se fue toda la tarde a comprar el vestido negro para el entierro de la mañana siguiente y algunas cosas que "necesitaba". Después de volver de compras se dio cuenta de que había comprado mucha ropa, pero que entre toda no había nada negro, ni siquiera un sombrero. El entierro era al día siguiente, supuso entonces que no iba a ir mucha gente pues sus padres no eran muy amigables con la gente de aquellos de tiempos y decidió contratar una serie de personas para que le acompañaran durante el entierro. También contrato una orquesta, para así ambientar un poco mas el momento.

A la mañana siguiente todo transcurrió como siempre, se levanto a las ocho de la mañana, estuvo pensando que ropa ponerse, se ducho, se hizo el desayuno y se sentó a ver las noticias. Todo era igual excepto en una cosa, aquella mañana no iba a ir a trabajar sino que iría al entierro de sus padres. Se coloco un vestido de flores. <<Ya que no iba a ir de negro por lo menos iría con su vestido mas bonito>> pensó ella. Compro una rosa negra, para así aparentar su luto y se tomo dos pastillas de Prontharin. Prontharin era un medicamento que provocaba una sensación de dolor interno y que a su vez provocaba llanto y malestar. De camino al cementerio iba llorando sujeta a uno de los hombres que había contratado. Pensó en pedirle el numero, pues era un hombre esbelto, bello y un profesional en su trabajo. En la puerta del cementerio tuvo que elegir en que ambiente quería el entierro. Ella eligió un día soleado pues, no se iba a mojar el vestido de flores que era su favorito. A mitad del entierro, los hombres que había contratado se fueron, había terminado ya el contrato por el que habían sido pagados y no había ninguna necesidad de quedarse ahí  Sophie les despidió con mucha amabilidad. El efecto del Prontharin estaba también dejando de hacer efecto y se sintió como una idiota parada ante esos dos ataúdes que no significaban nada para ella. El resto del entierro se lo pasó pensando en que ropa se pondría mañana. Entonces empezó a escuchar unas carcajadas que provenían de detrás de las lapidas de sus padres. Entonces vio a un hombre mayor sentado, con ropa antigua y una sonrisa en la cara. Tomo valor y le preguntó:

- ¿Qué haces detrás de la tumba de mis padres y por que te ríes de mi anhelo?
- Lo siento si le he causado alguna molestia señorita. Pues, no era mi intención.
- ¿Conocía usted a mis padres?
-¿A sus padres? ¿Yo?. No, no creo que conozca a nadie de este tiempo-miró hacia el suelo y con tono de tristeza dijo- Tampoco creo que nadie se acuerde de mi.
- Pues entonces.. ¿Quién eres tú?
-Yo.. Yo soy el guerrero que nunca bajó la guardia. Soy el heredero al trono de mi país natal. Mi nombre es Augusto Herchel.  Aunque ahora me halle muerto en un lugar como este, antaño fui un temido coronel de las tropas de Holanda. Traicionado y asesinado por mi propio hermano. Vendido por mi mujer e hijos. ¿Yo? Ya no soy nadie, pues nadie nunca me quiso.
-Intentas engañarme. Yo conozco gente que jamás ha sido querida por nadie, pero que igualmente existen y son alguien. Forman parte de este mundo.
-¡¿Quién?! Quien tiene lugar en este mundo si no es querido ni amado. Quien se puede reconocer como existente si no tiene una cadena de amor que lo ate a este mundo.
-Yo tampoco he amado nunca.¿Por eso no tengo derecho a permanecer a este, nuestro planeta?
-¡¿Nuestro Planeta?! Con que mujer mas tozuda me he tenido que encontrar. Pues, no has amado por que vos, señora mía, no ha querido.
-¿Y qué si es así?
-Pues el amor es lo más bello que existe. Por amor se muere y por amor se vive.
-Yo llevo veinte años existiendo y no he amado a nadie, así que creo que usted se equivoca.
-¡¡Ahhh!! Que mujer. Usted no ha vivido ninguno de sus veinte años pues tampoco, pienselo bien, ha encontrado un sentido para existir. Desde el principio de su vida llego a este mundo muerta.
-Le pido que se disculpe, no acepto que alguien de su clase me falte al respeto.
- Yo no me disculpo ante piedras.
- Pero que me va a enseñar un muerto. El que muere no sirve para nada. Solo si se es muy grande se podría hacer jabón con él, pero para nada más.
- Yo fue traicionado por amor. Pues el amor es una espada de dos caras y es un vil compañero, pero, cuando se esta a su lado se sabe realmente lo que es  la felicidad.
- La felicidad no da dinero, pues como mucho lo quita. No tiene ningún valor para mi.
- La riqueza. ¿Es eso acaso lo que buscas?
- Pues he sido criada con ese fin y educada para competir y matar por el. Si tuviera que elegir lo elegiria a el como mi mas fiel acompañante.
- No creo lo que usted dice.
- Créalo. Pues es así.
- Entonces he venido aquí para nada. Pensaba que tu eras distinta. Pensaba, que tu corazón no sería esa fría maquinaria que han ido creando las bestias a lo largo de este tiempo y que yo he visto, llorando desde el silencio. No quise creer que tu alma ya estaba congelada, ni que este desierto helado de sentimientos hubiera hecho tanto estrago en ella. ¿Qué habéis hecho con el amor? El amor, el sol que iluminaba esta tierra, se ha apagado. ¡Lo habéis apagado! Lo habéis apagado.. para colocar en su lugar, al hastío, a la soledad. A esa terrible farola que no calienta pero que del mismo modo otorga luz. Habéis retirado el amor por que no podías dominarlo. Por que teníais miedo de no entender algo a la perfección. Pero no temas, el viento del tiempo te barrera, como me barrió a mí y como lo hará con muchos otros. Y tu no seras diferente a aquellos que niegan el amor y prefieren vivir en este mundo mecánico y helado. Ahora, se ha acabado mi tiempo. No puedo entretenerme más. Sophie, yo confió en ti. Se que eres diferente. Ama por encima de todas las cosas.

Entonces como vino, se fue. Se fue volviendo de un tono gris y sus labios se fueron apagando. Pero había algo que se mantenía. Aquella mirada, aquella mirada de esperanza que atravesaron los ojos de Sophie y llegaron al fondo de su alma, encendiendo en ella una hoguera. Entonces de entre los ojos de Sophie surgió una lágrima.

- ¿Lo ves? Estas llorando Sophie. Eso significa que no estaba equivocado. Yo he encendido esa hoguera ahora tu misión es mantenerla con vida.

Y mientras esa lágrima caía por su mejilla limpiando toda las impurezas que había acumulado a lo largo del tiempo.

-Lo haré.

Por fin, la sombra que quedaba de Augusto se desvaneció por completo y un viento atravesó el flequillo de Sophie. Un viento cálido que estuvo durante unos segundos con ella, para después marcharse en dirección al Sol que se estaba poniendo.  

-Oh Augusto, siento tu hoguera en mi interior. Siento como puedo ver el mundo que antes no veía. Descongelare mi alma al completo y le quitare los engranajes a mi corazón para que lata salvaje y libre. Tu me has enseñado el verdadero poder que hay en la naturaleza y yo me encargare de transmitirlo a los demás.
Nunca mas tendré un corazón de hierro.

A la mañana siguiente sonó el despertador, y abriendo la ventana lo soltó desde su octavo piso y, observando con alegría, lo vio romperse contra el suelo. Los transeúntes que pasaron por la calle se quedaran boquiabiertos del comportamiento de aquella mujer, pero eran fieles a su televisor, así que tomaron el tema como una cosa sin importancia.

 Se coloco unos baqueros azules y una camisa corta pues hacia un día maravilloso. Cogió entonces sus zapatos y se puso andar...