googleec0300c30f0b2b44.html Indígena de la tierra.: abril 2014

domingo, 27 de abril de 2014

Tu carta.

Buenos días idiota.

 Es de mañana y llueve en el patio de mi casa. Y apurando el suspiro de una lágrima me dispongo a escribirte esta carta: la carta de mi perdón.

En todo este tiempo que hemos estado juntos los dos sabemos que fuiste tu y no yo quien tiro del carro de la relación, fuiste quien con carácter y dureza se centro en llevar esto adelante y hacer que prosperara. Fui un simple monigote pintado al lado del margen que no hizo nada por embellecerte la vida o siquiera para hacerla un poco mas feliz. Me centraba en decirte que quería arreglarte la vida, arreglarte el corazón y reparar todos los males que te habían causados gente inmunda sin ver bien que yo mismo me enterraba poco a poco. Esto viene de largo, esto no ocurrió ayer y te lo dije hoy, esto viene de antes que vos y lo arrastro muy a pesar mio, conociendo su existencia. No se quien es peor si el que lleva la carga y no lo sabe o el que la lleva delante de el y no intenta arreglarla. Te mereces esto, te mereces mi carta de perdón, escrita por mi y por el, por que a el también lo enamoraste.


Lo siento tanto el haber jugado contigo como lo he hecho de una manera tan inhumana y con falta de corazón, se que lo he hecho en mayor o menor medida , y ese es el nombre de mis actos, pues no hay otro que se le parezca. Siento tanto el haberte avisado tan tarde de mi falta de sentimiento hacia ti y que ahora aflora en forma de pena y llanto. La verdad, y no son mentiras, quería ser feliz a tu lado y todo lo que digo es que no podía sentir lo que tu ya en este momento, a grandes zancadas,  sientes. Igual es tiempo, igual distancia pero nunca lo sabré, más nunca lo sabremos. Eres bella y frágil, no dejes que nadie te rompa ni mucho menos que lo haga yo. Me has hecho feliz en muchos momentos como el caso del saludo mañanero que me llenaba de tanta felicidad y de tanta alegría que no creo que exista palabra que la defina. No creo que aún sepa el cacho de sol que dejo escapar entre mis brazos y se que tarde o temprano te echare de menos y cuando lo haga, tu no estarás a mi lado.

Debo seguir mi camino, y tu debes seguir el tuyo. Para nada, dios no lo quiera que esto sea un adiós,esto simplemente es un hasta luego, un parón en el camino, un respiro en la carrera. Por que espero que dentro de poco, o quien sabe alomejor dentro de mucho, nos veamos y me gustaría que cuando eso ocurra yo carezca de este miedo a querer que tanto daño me esta haciendo. Eres mi idiota de los ojos verdes y con el corazón roto, que con tanta ansía intente remendar, te digo adiós.


Y que por breve que haya sido esto, no quita lo intenso y no borra lo ocurrido.


Hasta luego,  querida mía.