googleec0300c30f0b2b44.html Indígena de la tierra.: Trece

domingo, 29 de marzo de 2015

Trece

Trece, qué número más impar para la suerte.

Las luces se pierden y juegan a ser sombra de nuevo,
Sombras que esconden tu mano y la mía jugando a quererse,
Jugando a perderse, como dos ríos viejos a quienes nadie quiso.
 
Tus dedos son voces de agua, cargados de fantasmas y temores,
Junto a los míos, que son viento y esconden tempestades.
 
La voz que juega al azar repite el número que ha vaticinado el hado: Catorce…

« ¡Vaya!-dice tu voz, repite mi mente-, qué cerca estuvimos de querernos de nuevo,
Catorce está tan cerca del trece…»
 
Quizá la próxima vez, allí donde las sombras son luces,
Y las manos no juegan, sólo sienten.
Allí donde tus labios y los míos repitan: «Mi suerte es tenerte»
Allí donde mi número trece y tu número quince bailen juntos
                                                                          por no tener suerte]
y se repitan el uno al otro: «el catorce está tan cerca del trece»
 
Mi trece impar, tu quince herido…
No ha existido nunca un veinte tan jodido,
Es el catorce que se repite como un puente,
Puente que dibuja tu mano con la mía,
Donde decimos en claro entre las sombras que nos envuelven,
Nos abrazan y nos mecen, aquellas que susurran: «el catorce está tan cerca del trece»

Y tu mano se agarra con más fuerza, el puente aún no debe arder.
No podía ser veinte, no son estos tus últimos versos.
Es catorce, tu puente y el mío, allí donde el amor no esconde maleficio.
allí donde creímos que el catorce estaba cerca del trece...
allí donde tu quince no estaba tan herido...
allí donde el trece era el número mas querido.

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